miércoles, 12 de mayo de 2010

Salvación


Quisiera estar contigo ahora
pero no puedo...
No estoy muerta,
no estoy viva
y lo recordaré
y duele...

Quisiera estar contigo para siempre...
No puedo estar viva,
no sin ti...

Deseo una salvación
para estar a tu lado,
deseo una palabra

para pedir tu regreso
o buscar el boleto
para poder buscarte.

Nada puedo hacer aquí...

No sé que decirte ahora.
Solo decirte que te amo
y que seguiré haciéndolo
el resto de mi vida...

Solo un alma,
un cuervo, una misión,
una urgencia amorosa
y una adversidad poderosa
contra los que me lastiman,
dejando cicatrices en mi rostro.
Ahora se lo que debo de hacer...

Nunca olvido tu voz.
Tu rostro, Dios... tu rostro...
Eras tan bello, tan puro...
No se que decir.
Me quedo callada, dudo de mi...
Me quedo hablando, sabes de mi...

Cada noche que muero
es para poder verte
y cuando resucito
veo que solo fué un sueño, una ilusión
que me deja pensar y soñar otra vez...

Se han quedado recuerdos,
se han quedado muchas palabras,
solo una salvación, pero no hay.
No por ahora...

Quisiera que fueras mi salvación.
Deseo ser un cuervo para ti, y posar en tu hombro.
Te amo tanto que mi mente nieva y se congela.
Mi cuerpo por igual y por tanto calor
que me deja segura de mis actos...

----------------------------------------------------
"Solo existen dos cosas hermosas: la muerte y su hermano el sueño".
-James O'Barr.

Palabras Ocultas

Todos llevamos a diario nuestra “carga” de palabras mas no todos las expresamos verbalmente.

Son pensamientos y sentimientos que pueden aflorar ante los demás, cobrar vida, pero muchas veces optamos por guardar en vez de compartir.

Son trazos de una vida cuyos colores y sabores permanecen guardados por los esquemas sociales aprendidos desde que nacimos y son dificiles de romper a cualquier edad.

Los segundos de nuestra vida pasan ante nuestros ojos, oídos, nariz, boca y piel y se van como lo fugaces que son.

Una duda carcome a mi “yo” mental:
¿Qué vida seguirá a esta vida que vivo?

Es una incertidumbre saber que a cada segundo, con cada latido, me acerco a eso que llamo muerte.

Mi mente se llena de interrogantes que acallo con otros pensamientos para olvidar mi temor a lo desconocido.

Entonces decido centrarme en lo valioso de mi vida,
esas risas y miradas que cantan a mis oidos e iluminan mis ojos
¡Y es tan fácil olvidar que mientras vivo estoy muriendo!