
Tus lágrimas duelen.
Dañan y duelen.
Tejeré tiempos de seda
para vestirte la vida,
con caricias de miel
y pasos de nubes.
No soporto tu llanto.
Cuando tú lloras,
todos los ríos
desembocan en mí.
Soy un mar desbocado,
que sobresale y desborda,
inhunda tierras y casas,
rompe caminos y sendas,
ahoga risas,mutila besos.
Me dueles.
Cuando tú lloras,
yo me deshago.
Soy tus añicos,
tu cristal roto,
tu herida sangrante.
Cuando tú lloras,
no estás sin nadie.
Núnca.
Estás conmigo.
1 comentarios:
"Soy tus añicos,
tu cristal roto."
Wow. Es curioso como a veces todas las palabras del mundo encajan perfectamente con nuesta vida. Gracias, sigo leyendo.
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